La UE lleva años en su lucha por prohibir los neumáticos con menor resistencia al rodamiento y más eficaces para progresar la seguridad vial y reducir la polución y el consumo de gasolina. Por ese motivo, desde el 1 de noviembre, van a estar prohibidos los neumáticos de clase F por turismo y camionetas y los de clase Y también de camionetas cuyo factor de resistencia a la rodadura sea superior a 9.
No es la primera vez que un neumático desaparece del mercado. En el mes de noviembre de dos mil catorce, la UE prohibía los clasificados como G. Técnicamente –y para entendernos– la resistencia de rodadura es la energía que un turismo precisa mandar a sus neumáticos para sostener el movimiento a una velocidad incesante sobre una superficie.

Eso se mide por medio de un etiquetado, que es la pegatina que lucen los neumáticos en las estanterías de las tiendas. Esto ofrece información sobre lo siguiente: eficacia energética, seguridad y estruendos ambiental. De esta manera, se sabe cuál consume menos carburante, cuál frena mejor sobre mojado y cuál es más sigiloso.
Con este cambio, los usuarios van a ganar en 2 sentidos. Por una parte, grupalmente, dismuyen las emisiones de dióxido de carbono. Y, por otro, en lo individual, los vehículos con neumaticos más eficaces consumirán un veinte por ciento menos de carburante.
Además de esto, estos neumáticos tienen una mayor adherencia a la superficie mojada, algo vital para asegurar una inmejorable frenada. En una escala de A a la G, la primera valoración es la mejor y la última, la peor. Por cada letra en orden alfabético la distancia de frenado de la cubierta aumenta un treinta por ciento .
A esa etiqueta de los turismos asimismo se les unirá la Y también, que corresponde solo a los automóviles comerciales. Desde el 1 de noviembre, se retirarán del mercado los neumáticos para automóviles industriales ligeros y pequeños camiones con etiquetado Y también y resistencia a la rodadura superior a nueve.